Thiago S. M. de Moraes está casado, es padre de tres hijas, profesor de Filosofía y Teología. También es Juan Crisóstomo, oblato benedictino secular. Hace nueve años hizo su oblación en el monasterio de São Bento, en Río de Janeiro (Brasil). Para él, conciliar la regla de San Benito con la vida familiar es simple, simplemente "hacer de mi familia un monasterio".
El artículo 1 de los Estatutos de los Oblatos Benedictinos Seglares dice: "Un Oblato Benedictino Seglar es un creyente (laico, consagrado o sacerdote) que, llamado por Dios, y en conformidad con su estado de vida, se une a una comunidad monástica benedictina, para vivir coherentemente su consagración bautismal, en comunión con la Iglesia, en el espíritu de la Regla de San Benito".
La Regla, escrita por el santo en el siglo IV, establece el camino espiritual de conversión a Dios a través de la obediencia, con Cristo como guía, cuyo amor debe estar por encima de todas las cosas y rige la vida monástica de los benedictinos.
La primera fundación benedictina en Brasil fue el monasterio de São Sebastião, en Bahía, en 1582, fundado por la Congregación Benedictina de Portugal. Posteriormente, se fundaron los monasterios de Olinda, entre 1586 y 1592; los de Río de Janeiro, en 1590; y los de São Paulo, en 1598.
En 1827, los monasterios brasileños se separaron de la Congregación Benedictina Portuguesa y fueron erigidos por el Papa León XII en su propia congregación, con el nombre de Congregación Benedictina de Brasil.
Actualmente, la Congregación Benedictina de Brasil cuenta con siete monasterios masculinos y 16 femeninos.