El Tribunal Administrativo Superior de Berlín-Brandemburgo (Alemania) absolvió a Andreas Kersten, un farmacéutico acusado de incumplimiento profesional por negarse a vender en su negocio la píldora o “pastilla del día después”, un fármaco potencialmente abortivo.
Según informó ADF Internacional, el recurso contra Kersten fue interpuesto por la Cámara de Farmacéuticos de Berlín. Aunque el tribunal falló a su favor y la Cámara fue condenada a pagar los honorarios de su abogado, la organización precisa que la justicia realmente no defendió la libertad de conciencia de los farmacéuticos en Berlín.
La demanda fue introducida en 2018. En su sentencia, el tribunal declara que a Kersten le ampara una carta del Ministerio Federal de Salud, que establece que los farmacéuticos pueden ejercer el derecho a la objeción de conciencia en determinados casos.
Sin embargo, durante el juicio oral, el juez que llevaba el caso dictaminó que el deber de proveer fármacos (incluida la pastilla potencialmente abortiva) se impone sobre la libertad de conciencia, una postura que, explica ADF Internacional, es contraria al derecho humano universal que protege la conciencia.
“Aunque he sido absuelto, estoy consternado por el razonamiento que rechaza nuestra libertad de conciencia. Ahora los farmacéuticos podrían verse obligados a abandonar su querida profesión simplemente por mantenerse fieles a sus convicciones”, expresó Kersten a ADF Internacional.
“Me hice farmacéutico para promover la salud, incluso para salvar vidas. No puedo conciliar la venta de la llamada 'píldora del día después' con mi conciencia por la posibilidad de acabar con una vida humana, aunque sea prematuramente. En un principio, el tribunal de primera instancia respaldó mi postura, al no encontrar ningún fallo en mi objeción de conciencia”, añadió el farmacéutico alemán.