El Papa Francisco ha escrito un mensaje con ocasión del IV centenario del descubrimiento de las reliquias de Santa Rosalía, protectora contra las enfermedades infecciosas y las pestes, fiel intercesora en los momentos difíciles.
Según la tradición, fue por intercesión de Rosalía que mermó hasta desaparecer la peste que asoló Sicilia en 1624, año en el que sus restos fueron encontrados.
El Papa Urbano VIII, pontífice entre 1623 y 1644, reconoció la autenticidad de las reliquias y dispuso que Sicilia conmemore a su santa cada 15 de julio, mientras que el resto de la Iglesia universal lo haría el 4 de septiembre, día en que se recuerda tanto el hallazgo como el traslado de las reliquias.
A continuación, el mensaje completo del Papa Francisco:
La feliz ocasión del IV centenario del hallazgo del cuerpo de santa Rosalía es una ocasión especial para unirme espiritualmente a vosotros, queridos hijos e hijas de la Iglesia de Palermo, que deseáis elevar al Padre celestial, fuente de toda gracia, nuestra alabanza por el don de una figura tan sublime de mujer y “apóstol”, que no dudó en aceptar las pruebas de la soledad por amor a su Señor. Mi pensamiento se dirige a ti, querido Hermano Corrado, y a las autoridades civiles y militares, como también saludo con afecto a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los miembros de las numerosas Cofradías, a los movimientos laicales y a todos los que en el curso de este Año jubilar se han unido en la oración, aprendiendo de santa Rosalía la pasión por los pobres y la fidelidad a la Buena Noticia.
“Per amore Domini mei”, es el motivo que aduce santa Rosalía para entregar su existencia y abandonar las riquezas del mundo. La vida del cristiano, tanto en la época en que vivió nuestra Virgen eremita como en nuestros días, está constantemente marcada por la cruz; los cristianos son los que aman siempre, pero a menudo en circunstancias en que el amor no es comprendido o incluso es rechazado.