Sheila Morataya, escritora y psicoterapeuta católica, explica la diferencia entre términos como “amor propio” y el recto amor a uno mismo, conceptos que con frecuencia parecen confundirse, y asegura que "Dios es la verdadera fuente de autoestima".
En una entrevista difundida por Holydemia, Morataya resalta que los seres humanos “necesitamos ser amados para poder amarnos a nosotros mismos. Sentirnos mirados con amor, nos hace conscientes de nuestra dignidad”.
Además, precisó, “existe una relación entre la actitud hacia nosotros mismos y la calidad de nuestro amor a los demás. Para vivir en paz con los que nos rodean es preciso que primero vivamos en paz con nosotros mismos”.
“Nada nos separa más de las otras personas como este estar insatisfecho con uno mismo. Se sabe por experiencia que los mayores críticos son aquellos que han desarrollado una actitud hostil hacia sí mismos”.
“No es fácil soportar a los demás en momentos en que uno no se soporta a sí mismo. Nada nos ayuda tanto a valorarnos como experimentar un amor incondicional, que viene de los brazos y la mirada de papá y mamá”, resaltó.