La iglesia de Tsukiji, primer templo católico de Japón, conmemoró 150 años de su fundación. En el marco de las celebraciones, el Arzobispo de Tokio y presidente de Cáritas Internationalis, Mons. Tarcisius Isao, comentó que al igual que en aquel momento histórico, el país enfrenta diversas dificultades, pero su esperanza “sigue siendo fuerte”.
Según la agencia vaticana Fides, el arzobispo resaltó la fe y la esperanza de los misioneros que construyeron la iglesia y sirvieron a la comunidad católica de entonces. Mons. Isao rememoró la historia de la llamada “Vieja Catedral”, en una homilía pronunciada el pasado 30 de junio.
Los misioneros fundadores de la iglesia de Tsukiji, dedicada a San José, demostraron una “esperanza inquebrantable”, remarcó el arzobispo, y destacó “la gran colaboración entre los misioneros extranjeros y los fieles japoneses que construyeron la Iglesia japonesa”.
En su intervención, Mons. Isao advirtió sobre los peligros del invierno demográfico y el consecuente envejecimiento de la sociedad japonesa. “La Iglesia existe en esta realidad y, al igual que hace 150 años, somos optimistas a pesar de las preocupaciones”, manifestó.
La iglesia de Tsukiji fue fundada en 1874 por la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, relata Fides, y con la creación de la Arquidiócesis de Tokio en 1891, se convirtió en catedral.
Sobre la actualidad del mundo marcada por la guerra y la violencia, y la propia historia reciente de Japón, Mons. Isao hizo un llamamiento a la paz —especialmente en Ucrania, Gaza y Myanmar— lamentando que “parece que el mundo está cada vez más dominado por la violencia que no respeta la vida”.