LIMA,
Unas mil 500 personas llegaron a la Catedral de Arequipa para celebrar los 20 años de la presencia evangelizadora de la Familia Sodálite en ese departamento del sur peruano, con una Misa presidida por el Arzobispo local, Mons. José Ríos.
En la emotiva Eucaristía, concelebrada por más de 30 sacerdotes, el Arzobispo agradeció la labor de esta comunidad católica y señaló que la Familia Sodálite es “una de las expresiones más elocuentes del paso de Dios por nuestro tiempo” que ha despertado “sueños de santidad y de audacia misionera en los laicos".
Mons. Ríos recordó que los sodálites “han recibido el aliento y la cercanía del Santo Padre”, quien “comprendió esta impresión de carisma que Dios regalaba a su Iglesia para que ella rejuveneciera con la fuerza del Espíritu Santo y desplegara sus fuerzas mar adentro invitando a los fieles y familias a vivir con santidad el misterio de la Iglesia, a proclamar y encarnar el Evangelio de la comunión y a cumplir la misión recibida con una profunda responsabilidad por la historia, a cumplirla con nuevo ardor, con compromiso personal, familiar y social".
El Arzobispo recordó que este tiempo ve “la exclusión de Dios en los proyectos de vida personales” y cómo se prescinde “de aquello que sostiene y confiere sentido a cuanto existe y, con ello, al ocaso del hombre como su imagen y del mundo como su creación”.
"Hoy, después de 20 años de estar en Arequipa, se abre ante ustedes una nueva etapa: hacer como dice y enseña el Santo Padre, de la Iglesia, la escuela de comunión, 'permanezcan en mi amor' y asumir el desafío de evangelizar el nuevo milenio compartiendo con toda la Iglesia la misión de Jesucristo", agregó y expresó su esperanza en “la vida nueva que surge de tantas comunidades, instituciones de servicio evangelizadoras” que forman parte de la Familia Sodálite.
Por su parte, el Vicario General de la Arquidiócesis de Arequipa, Mons. José Rivera, declaró que en estos años, “hemos sentido su ayuda, su apoyo, el entusiasmo juvenil que han traído, y su compromiso de integrarse a la pastoral propia de la Arquidiócesis de Arequipa. Por eso al celebrar estos 20 años en Arequipa les renovamos nuestro afecto, nuestra gratitud, nuestro cariño, para que sigan adelante en este esfuerzo”.