Los obispos de Estados Unidos lamentaron la decisión que tomó la Corte Suprema el 28 de junio, en un caso sobre personas que duermen en la calle, calificando la decisión del tribunal como “una contradicción directa con nuestro llamado a acoger a quienes experimentan falta de vivienda y cuidar a los necesitados”.
El caso City of Grants Pass v. Johnson tuvo su origen en la ciudad de Grants Pass, ubicada en el condado de Josephine, en el estado de Oregón. La corte dictaminó que las ciudades pueden arrestar o multar a individuos sin hogar por acampar en espacios públicos.
En el sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), el Arzobispo Borys Gudziak, de la Archieparquía Católica Ucraniana de Filadelfia y presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB, señaló que “multar y arrestar a las personas por esto [no tener hogar] es un enfoque contraproducente para el problema de la falta de vivienda”, y además indicó que “criminalizar a las personas sin hogar no es la respuesta para cuidar a los necesitados”.
¿La Corte Suprema criminalizó estar sin hogar?
El fallo de la Corte Suprema, redactado por el juez Neil Gorsuch, indicó que aunque la falta de vivienda es un problema complejo, los tribunales no tienen derecho a interferir en los intentos de las comunidades locales de resolverlo.
La decisión revirtió un fallo del Tribunal del Noveno Circuito que había dicho que multar y encarcelar a personas sin hogar por acampar en espacios públicos constituía un castigo cruel e inusual por una condición involuntaria, algo prohibido por la Octava Enmienda.