En el marco del próximo Jubileo de 2025, que tendrá como lema “Peregrinos de la esperanza”, el director de los medios de comunicación vaticanos, Andrea Tornielli, hizo un repaso histórico sobre la tumba del apóstol San Pablo.
“Junto a Pedro, San Pablo es patrono de Roma, que después de haber sido un gran perseguidor de los primeros cristianos, se convirtió y se hizo un extraordinario misionero del Evangelio”, recordó Tornielli.
“San Pablo, el apóstol de los gentiles, murió decapitado en Roma en el año 67, durante las persecuciones del emperador Nerón. Después del martirio, fue sepultado por una noble matrona romana en la Vía Ostiense”, añadió.
Precisamente sobre la tumba de San Pablo, continúa Tornielli, el emperador romano Constantino ordenó construir una primera basílica (actual San Pablo Extramuros), que en 1823 fue destruída en su totalidad por un gran incendio.
Durante los trabajos de reconstrucción, se descubrió un antiquísimo sarcófago de mármol con una inscripción que lo relacionaba con el “apóstol de los gentiles”, pero quedó cubierto por la nueva basílica.
La iniciativa que permitió el descubrimiento de los restos del apóstol surgió porque muchos peregrinos, durante el Jubileo del año 2000, preguntaban por la ubicación de la tumba y Mons. Marcello Costalunga, entonces administrador pontificio de la basílica, decidió hacer el pedido formal para iniciar los trabajos.