El Papa Francisco recibió este jueves 27 de junio a los miembros y consejeros de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), a quienes propuso imitar el ejemplo de San Juan Diego para “construir puentes de reconciliación, de inclusión y de fraternidad”
En su discurso de bienvenida, el Santo Padre recordó que “el Concilio Vaticano II nos ha convocado a una profunda renovación”.
El estilo sinodal de la Iglesia en América Latina
Citando a Benedicto XVI, señaló que la reforma de la Iglesia es siempre una ablatio: “un quitar, para que se haga visible la nobilis forma, el rostro de la Esposa, y junto con él también el del Esposo, el Señor vivo”.
Sólo así, continuó el Santo Padre, “penetra lo Divino y sólo así surge una congregatio, una asamblea, una reunión, una purificación, esa comunidad pura que anhelamos: una comunidad en la que un ‘yo’ ya no está contra otro ‘yo’”.
Por ello, el Santo Padre precisó que con la Constitución Praedicate evangelium ha querido precisamente colaborar a esta “ablatio” para renovar la Curia romana y, entre otras cosas, hacer de la CAL una “diakonía” que permita que la Iglesia en América Latina pueda experimentar la atención pastoral y el afecto del Sucesor de Pedro.