En el inicio de la temporada de invierno, y con temperaturas mínimas que por estos días rondan los 5°C, la Iglesia Católica en Uruguay intensifica sus esfuerzos para llevar un plato de comida caliente a las personas que se encuentran en la calle, a través de diversas iniciativas solidarias.
Distintas parroquias, obras e instituciones eclesiales de Montevideo, la capital del país, ponen en marcha ollas y entregan canastas de alimentos, ocupándose también de acondicionar refugios y comedores para recibir a quienes lo necesitan.
Según información recabada por la Pastoral Social de Montevideo, más de 3.000 personas se encuentran este año viviendo en la calle.
Con el propósito de paliar esta situación, actualmente funcionan 16 ollas comunitarias, tanto móviles como fijas, que cada semana entregan 1.800 platos de comida.
También desde las parroquias de Montevideo se colabora a través de canastas que se entregan a 500 familias, y existen cinco merenderos y comedores, que reciben a 450 personas.
Además, 170 personas reciben abrigo en seis hogares y refugios de la Arquidiócesis de Montevideo.