El Papa Francisco recibió este miércoles en audiencia a un grupo de musulmanes de Bolonia (Italia), ante quienes afirmó que “los matrimonios entre personas de distintas religiones no deben ser una oportunidad para convertir al cónyuge a la propia religión”.
En su discurso, el Santo Padre precisó que “Jesús nos enseñó a acogernos unos a otros como hermanos”.
Explicó que esta premisa “se aplica ante todo a nosotros, cristianos, judíos y musulmanes, que adoramos al Único Dios y que nos referimos, aunque de manera diferente, a Abraham como padre en la fe”.
Para el Pontífice, en el mundo actual, “nuestro testimonio de fraternidad es indispensable y muy valioso”.
Nosotros, continuó el Papa Francisco, “que hemos recibido el don de esta pertenencia religiosa, estamos llamados a ser abiertos y acogedores con quienes no la comparten, porque son, como todos nosotros, miembros de la única familia humana”.
En particular, destacó que “el diálogo sincero y respetuoso entre cristianos y musulmanes es un deber para quienes deseamos obedecer la voluntad de Dios”.