La Iglesia Católica en España ha decretado la excomunión y expulsión de la vida consagrada de las monjas clarisas de Belorado, tras haber estas consumado el delito de cisma.
El canon 751 del Código de Derecho Canónico precisa que el cisma es “el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos”. La pena de este delito es la excomunión.
En una nota de prensa con fecha 22 de junio, el Arzobispado de Burgos “ha comunicado el Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión (expulsión) ipso facto (n.d.r. inmediata) de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”.
Esta decisión ha sido comunicada por el Arzobispo de Burgos, Comisario Pontificio y Representante Legal de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, Mons. Mario Iceta.
El comunicado señala además que “son las mismas hermanas las que han mostrado su decisión libre y personal de abandonar la Iglesia Católica. Ante esta decisión, es necesario recordar que la Declaración de excomunión es una acción jurídica considerada por la Iglesia como una medida medicinal, que mueva a la reflexión y a la conversión personal”.
“La Iglesia muestra siempre sus entrañas de misericordia y, como Madre, está dispuesta a acoger a sus hijos que, como el hijo pródigo, confían en la misericordia de Dios y emprenden el camino de vuelta a la casa del Padre”, agrega.