La Iglesia Católica en México elevó una oración por las víctimas de las intensas lluvias provocadas por la tormenta tropical Alberto. Al mismo tiempo, hizo un llamado a los empresarios a tener caridad y comprensión en estos tiempos difíciles.
El huracán Alberto, degradado a tormenta tropical, tocó tierra en la madrugada del 20 de junio a las 4:30 a.m. en las cercanías de Ciudad Madero, estado de Tamaulipas (México). Con vientos máximos sostenidos de 85 km/h, rachas de 100 km/h y desplazándose hacia el oeste a 20 km/h, la tormenta ha dejado una estela de devastación a su paso.
El Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Mons. Rogelio Cabrera López, compartió un mensaje en X (antes Twitter): “Agradeciendo a Dios la lluvia, oro por quienes han fallecido por causas relacionadas a esta. Pido, por otro lado, a los patrones actuar con caridad, comprendiendo a sus colaboradores y no afectarlos económicamente por las ausencias”.
En una rueda de prensa realizada hoy, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, confirmó que cuatro personas han perdido la vida debido a incidentes relacionados con el huracán.
Tres de las muertes “fueron temas eléctricos, dos niños jugando con cables en un poste de luz, un adulto reparando su medidor [de energía eléctrica consumida] y un niño”, el cual quedó atrapado en las corrientes de un río y se ahogó tras intentar recuperar una pelota.
Además, las autoridades han estado realizando rescates de personas atrapadas en diversas situaciones de riesgo.