El P. Álvaro Granados, un sacerdote español quien ha estado combatiendo la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) durante seis años, ha asegurado en una reciente entrevista que su fe se ha fortalecido, le ayuda a dar sentido a la enfermedad y a superar el miedo a morir.
“Mi fe ha cambiado y se ha reforzado mucho en estos años. Gracias a Dios, la fe me permite vivir la enfermedad con tranquilidad, seguridad y con un sentido. La fe me ayuda a dar sentido a la enfermedad”, aseguró en una entrevista concedida a Jordi Sabaté, un activista y creador de contenido católico que padece el mismo mal.
El P. Álvaro, de 60 años, subrayó que “el dolor es lo que usa Dios para comunicarse con nosotros”. “A través de la enfermedad, Dios me ha dicho muchas cosas. Creo que he entrado más en confianza con Dios, especialmente cuando me ayuda a aceptar su voluntad”, sostuvo el 19 de junio.
La ELA, que padecen ambos, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva y poco frecuente, que afecta a las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, conduciendo a la pérdida de funciones motoras. Ésta carece de un tratamiento curativo en la actualidad.
Desde hace año y medio, el P. Álvaro no puede mover ni las piernas ni los brazos. Hace un año, la enfermedad comenzó a afectarle el sistema respiratorio y la boca. Actualmente, tiene un 10% de capacidad respiratoria y, por tanto, debe estar conectado al ventilador y al oxígeno todo el día.
A pesar de ello, el presbítero continúa su servicio sacerdotal en la parroquia de San José María Escrivá en Roma. Aunque ya no puede dictar clases en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Santa Croce), ahora se dedica esencialmente a recibir las visitas de los fieles y de sus amigos: hora y media en la mañana, después de celebrar Misa, y otra hora y media en la tarde.