Las 10 hermanas clarisas de Belorado y Orduña (España) que debían comparecer hoy, acusadas de un delito de cisma ante el Arzobispado de Burgos, han reiterado su decisión de no seguir en la Iglesia Católica y tachan a la pena de excomunión que recaerá sobre ellas como una “farsa”.
El escrito en el que hacen pública su posición a través de Instagram se titula Comunicado de las Clarisas de Belorado (Burgos) y Orduña (Vitoria), en respuesta a la amenaza del Sr. Iceta, de excomunión de la Iglesia Conciliar, surgida tras el Latrocinio Vaticano II. Este último apelativo hace referencia al Concilio Vaticano II que las monjas cismáticas rechazan.
En el texto, se tilda el proceso canónico en el que están incursas 10 religiosas de “amenaza de excomunión de la ‘iglesia conciliar’ surgida del Latrocinio Vaticano II” y se afirma que se han separado de la Iglesia Católica “libre y voluntariamente, con unanimidad y alegría de espíritu”, por medio del llamado Manifiesto Católico que se hizo público el pasado 13 de mayo de 2024.
Asimismo, en el comunicado se considera que el tribunal eclesiástico del Arzobispado de Burgos no tiene capacidad “de jurisdicción” sobre las 10 hermanas ni “para imponer ‘penas espirituales’ como lo es la farsa de la excomunión”.
Las clarisas se declararon bajo la jurisdicción de un falso obispo excomulgado llamado Pablo de Rojas el pasado mes de mayo.
Tras estas consideraciones previas, las religiosas destacan tres aspectos de su decisión.