En el marco de una Misa dedicada especialmente a las “Madres de la Patria”, como homenaje a las mujeres que trabajan en los comedores populares, el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Oscar Vicente Ojea, alentó a ejercer una "solidaridad más honda" en el momento de crisis que atraviesa el país.
La Eucaristía tuvo lugar en el Santuario Virgen de Caacupé, de la localidad bonaerense de Ciudad Evita, y estuvo concelebrada por Mons. Eduardo García, Obispo de San Justo; Mons. Jorge Torres Carbonell, Obispo de Gregorio de Laferrere; Mons. Marcelo Margni, de Avellaneda-Lanús; Mons. Juan José Chaparro, Obispo de Merlo-Moreno; y su auxiliar, Mons Oscar Miñarro; y Mons. Gustavo Carrara, Obispo Auxiliar y Vicario General de Buenos Aires.
En su homilía, Mons. Ojea se centró en el pasaje del Evangelio de la multiplicación de los panes y los peces, en el que Jesús “abandona el descanso, se olvida de sí para poder atender a esa multitud”.
“Jesús se pone en el lugar de aquel que tiene hambre, de aquel que tiene necesidad”, destacó el prelado, y llamó a imitar su corazón, para contrarrestar la “globalización de la indiferencia”, un sentimiento que “está tan metido dentro de nosotros y es tan contrario al Evangelio”.
“Soy responsable de la necesidad de mi hermano”
“Tantas veces nos olvidamos de este corazón compasivo de Jesús”, lamentó, y recordando la oración del Padrenuestro, señaló: “El pan es nuestro, yo también soy responsable de la necesidad de mi hermano, no me puedo lavar las manos”.