Obispos argentinos expresaron su parecer ante lo sucedido la semana pasada en dos misas en las que se registró cómo algunos fieles entonaban la consigna política “la patria no se vende” en contra del gobierno de Javier Milei.
Una de las celebraciones estuvo presidida por el Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Gustavo Carrara, quien luego emitió un comunicado pidiendo “humildemente disculpas” a quienes pudieron sentirse ofendidos, y aunque no participó del momento, asumió la responsabilidad como celebrante.
La situación mereció también las palabras del Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge García Cuerva, quien durante una Eucaristía celebrada el sábado 15 de junio, en la parroquia San Ildefonso, dejó en claro que “la Misa es algo sagrado”.
“Aquí venimos a alimentarnos de unidad, de fraternidad, de paz. Por eso no está bueno usar la Misa para dividir, para fragmentar, para partidizar”, añadió.
A las declaraciones de ambos prelados se sumaron en las últimas horas dos posiciones más; la del Obispo de San Justo, Mons. Eduardo García, quien consultado por Radio 10 sobre el "tinte político" que se le atribuye últimamente a las acciones de la Iglesia, declaró: “Pareciera que como no hay oposición, nosotros [la Iglesia] somos la oposición".
"Nosotros estamos haciendo lo que tenemos que hacer, lo de siempre, y quizá se hace más visible y es más fuerte porque la realidad es más dolorosa”, consideró, en defensa de la Iglesia Católica y su labor solidaria ante la situación de crisis.