Los Jesuitas de Bolivia admitieron haber tenido actuaciones “negligentes, indolentes y nefastas”, ante los abusos de sacerdotes como el fallecido Luis María Roma, que como el “Padre Pica”, también llevaba un diario y tenía fotografías y videos de las niñas indígenas de las que abusó.
En un comunicado con fecha 16 de junio, la Compañía de Jesús en Bolivia reconoció “con profundo pesar que las actuaciones de quienes estuvieron a cargo de atender las denuncias de abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes y actuar en favor de las víctimas fueron negligentes, indolentes y nefastas”.
Esto, resaltaron los Jesuitas en Bolivia, ocurrió “sin colocar en el centro de su interés a las víctimas, por lo que quienes obraron de esa manera deberán hacerse responsables de sus acciones en el manejo de tales situaciones, según establezca la justicia boliviana en el marco del debido proceso”.
El comunicado se publicó un día después de que el diario español El País publicara un reportaje sobre el sacerdote español Luis María Roma, de quien se afirma que “abusó durante décadas de cientos de niñas indígenas en Bolivia. Las fotografió, las grabó en vídeo y lo recogió todo por escrito”.
“En esta ocasión, la orden realizó una investigación interna que confirmó los crímenes y su encubrimiento. Los jesuitas, tras la muerte de Roma en 2019, guardaron los hallazgos en un cajón donde han permanecido inéditos, hasta hoy”, añade el diario.
En su comunicado, los Jesuitas señalan que “las actuales autoridades a cargo del gobierno de la Compañía de Jesús en Bolivia tenemos la obligación moral de no obrar como se hizo en el pasado, digno de enérgica condena”.