Joe Biden, presidente de Estados Unidos, se reunió en privado con el Papa Francisco el viernes por la noche en Apulia (Italia) en la Cumbre del Grupo de los Siete (G7), para hablar sobre política exterior y el cambio climático.
Francisco es el primer Papa en dirigirse a la cumbre del G7, que es una reunión anual de líderes gubernamentales de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón e Italia. La Unión Europea también participa, pero no es miembro oficial.
En un comunicado posterior a la reunión, la Casa Blanca dijo que ambos líderes "enfatizaron la necesidad urgente de un alto el fuego inmediato y un acuerdo de rehenes" en Gaza y la necesidad de "abordar la crisis humanitaria crítica".
El comunicado agregó que "Biden agradeció al Papa Francisco por el trabajo del Vaticano para abordar los impactos humanitarios de la guerra de agresión de Rusia en Ucrania, incluidos sus esfuerzos para ayudar a devolver a los niños ucranianos secuestrados a sus familias".
"El presidente Biden también reafirmó su profundo agradecimiento por la incansable defensa del Papa por los pobres y los que sufren persecución, los efectos del cambio climático y los conflictos en todo el mundo", según el comunicado.
Por la mañana, antes de la reunión, un alto funcionario de la administración Biden dijo durante una teleconferencia de prensa que el presidente estadounidense planeaba discutir temas de Medio Oriente y Ucrania con el Pontífice. Sobre Ucrania, el funcionario dijo que "la Santa Sede se ha comprometido activamente" en este tema.