En una entrevista exclusiva con EWTN Noticias, Mons. Paul Toshihiro Sakai, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Osaka-Takamatsu (Japón) se expresó sobre los peligros de la reciente decisión del Tribunal Supremo de Japón respecto a la “identidad de género” y su impacto en la comunidad católica.
El 25 de octubre de 2023, la justicia japonesa declaró inconstitucional una ley de alcance nacional que obligaba a las personas que padecen disforia de género a someterse a una operación de cambio de sexo para modificarlo en sus documentos de identidad.
La Ley de disposiciones especiales en materia de tratamiento de género para personas con trastorno de identidad de género, promulgada en 2003, disponía como requisitos que una persona sea mayor de 18 años, que no esté casada, que no tenga hijos y que su cuerpo tenga “una apariencia que se asemeja a la zona genital del cuerpo de otro género”, para que se le permita cambiar de sexo legalmente.
La disforia de género puede definirse como sentimientos fuertes y persistentes de identificación con otro género e incomodidad con el propio género y sexo biológico.
“La conferencia episcopal todavía no ha dicho prácticamente nada —entre comillas— sobre el asunto del género porque el Catecismo ya lo dice bien”, expresó Mons. Toshihiro, quien también es coordinador de educación y comunicación de la Conferencia de los Obispos Católicos de Japón (CBCJ, por sus siglas en inglés).
“Juan Pablo II también lo explica muy bien en la teología del cuerpo. Y en abril, precisamente cuando estábamos en Roma, en visita ad limina, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó el documento Infinita divinidad, Infinitas divinitas”, comentó.