El sacerdote argentino Tomás Agustín Beroch ofreció cuatro consejos para afrontar la violencia familiar o doméstica, precisando que nada la justifica y que “ni el hombre debe golpear a la mujer ni la mujer al hombre”.
El P. Beroch, que sirve en la diócesis de Savannah, en el estado de Georgia (Estados Unidos), dio estos consejos en su cuenta de la red social X este 12 de junio, para lo cual compartió la historia de una mujer a la que el marido le pegaba y que, en una ocasión le rompió dos costillas.
Esta mujer, que había ido a ver a un sacerdote, le pidió al cura una carta para que las autoridades no deportaran a su esposo, algo a lo que el presbítero se negó, con lo cual el maltratador fue deportado, lo que hizo que la víctima se enojara.
“Esa mujer se alejó de la Iglesia porque el padre no la ayudó a que no deportasen a su marido que le rompió dos costillas a golpes. Pero el sacerdote hizo lo correcto, pues aunque ella no lo reconozca, le salvó la vida”, indicó el sacerdote.
1. La separación física
El sacerdote explica que “la Iglesia no apoya el divorcio, pero tampoco la Iglesia apoya la violencia doméstica”. En ese sentido precisa que “si bien el matrimonio es para siempre, en algunos casos la separación física es la única solución. No quiere decir que uno pueda volverse a casar y formar pareja de vuelta, para eso es necesario iniciar un proceso de nulidad matrimonial”.