En una Misa celebrada este lunes por el Arzobispo de Córdoba (Argentina), Cardenal Ángel Sixto Rossi, fue elevado a Basílica el Santuario Nuestra Señora de la Consolata, en la localidad de Sampacho.
La fecha se debe a que el 10 de junio se conmemoró el 90° aniversario del terremoto ocurrido en 1934, que provocó la destrucción del templo, y en el que se atribuye a la Virgen la protección sobre el pueblo de Sampacho, impidiendo que hubiera víctimas fatales.
Concelebraron la Eucaristía el Arzobispo de Rosario, Mons. Eduardo Martín; y los obispos de Río Cuarto, Mons. Adolfo Uriona; Formosa, Mons. José Vicente Conejero Gallego; San Francisco, Mons. Sergio Buenanueva; Cruz del Eje, Mons. Ricardo Araya; Santa Rosa, Mons. Raúl Martín. También participó el sacerdote rector del santuario, P. Osvaldo Leone.
En su homilía, el Cardenal Rossi destacó que la basílica es un lugar para experimentar la misericordia de Dios a través del sacramento de la reconciliación: "Venimos sin fingimientos, sin ocultar miserias y debilidades. Venimos a vos porque tu basílica, tu casa, tu corazón maternal es para nosotros un lugar, una roca sobre la que encontramos un refugio, un cobijo, un palenque donde agarrarse".
Allí, aseguró el purpurado, los fieles son “consolados para poder consolar”, y heredan de Cristo resucitado el oficio de acompañar en el dolor y ayudar a curar las heridas: "Venimos a la casa materna a juntar fuerzas porque allá afuera hay un mundo doliente del que no nos podemos desatender, un mundo que nos concierne y que nos necesita”.
“De aquí salimos enviados, misionados para llevar tu consuelo a nuestros hermanos y hermanas, especialmente a los más cascoteados en esta vida", enfatizó.