En medio del delicado panorama en Sudán, producto de la violencia de una terrible guerra civil, un sacerdote explica cómo la comunidad cristiana mantiene la alegría. El P. Jacob Thelekkadan, comentó a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) cómo es el día a día de la feligresía en el país africano.
Desde el 15 de abril de 2023, en Sudán se desataron enfrentamientos armados entre el ejército, comandado por el presidente Abdel Fattah al-Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo irregular dirigido por Mohammed “Hemedti” Hamdan Dagalo, el vicepresidente del país.
Ambos bandos depusieron en conjunto al régimen de transición, establecido después del derrocamiento del dictador Omar al-Bashir en 2019. Una vez logrado su objetivo, el ejército sudanés y las FAR se enfrentaron por el control de las riquezas del país, especialmente el oro y el petróleo. Desde entonces, se libra una guerra civil que sólo produce terror y sufrimiento en los ciudadanos.
El P. Thelekkadan era el director del Centro de Formación Profesional San José, en la ciudad de Jartum, cuando estalló el conflicto. En un mensaje enviado a ACN, recuerda que él y sus compañeros tuvieron que abandonar el centro de formación debido a los intensos bombardeos.
A pesar de que muchísima gente huyó del país, el sacerdote indio decidió quedarse para apoyar a un grupo de religiosas salesianas que sostienen una residencia llamada Dar Mariam, cerca de Jartum. El P. Thelekkadan, precisa ACN, es uno de los pocos sacerdotes que quedan en el país.