Lyle Dorsett, autor del libro Serving God and Country: United States Military Chaplains in World War II de 2012 ha relatado cómo los militares que sirvieron con el fraile lo recordaban.
“Un hombre dijo que era un polaco enérgico y duro, y que era extremadamente apreciado por los hombres de su regimiento. Era un hombre de hombres. No encontraba divertido cuando los hombres contaban chistes sucios, hablaban de manera grosera o tomaban el nombre del Señor en vano. Más de una vez decía ‘Pónganse guantes de boxeo’ a cualquiera que hiciera comentarios sobre la Iglesia o la confesión”, comentó al National Catholic Register.
El P. Maternowski, capitán del ejército estadounidense, era un paracaidista del 508º Regimiento de Infantería Paracaidista de la 82ª Aerotransportada. El sitio web del regimiento recuerda que los paracaidistas aterrizaron cerca del pequeño pueblo de Picauville, donde la única tienda, una tienda de comestibles, se convirtió en una estación de primeros auxilios improvisada para los paracaidistas heridos.
Al ver que se llenaba rápidamente, con más heridos en camino,el P. Maternowski hizo un movimiento arriesgado para reunirse con el médico jefe alemán a cargo de sus heridos para negociar y juntar a todos los heridos en un espacio grande. Con la insignia de capellán religioso en su chaqueta y usando un brazalete de la Cruz Roja, se quitó el casco y caminó sin miedo hacia las líneas alemanas.
Las Mejores Noticias Católicas - directo a su bandeja de entrada
Regístrese para recibir nuestro boletín gratuito de ACI Prensa.
Click aquí
Sorprendentemente, regresó a la estación de primeros auxilios improvisada con el mismo médico alemán para mostrarle las condiciones. Ese día, el presbítero debió haber regresado más tarde a las líneas alemanas con el oficial alemán, porque cuando regresa sólo a las líneas estadounidenses, un francotirador nazi le disparó en la espalda desde una de las casas cercanas.
Cayó en el camino, donde su cuerpo yació tres días en el asentamiento de Gueutteville, parte de Picauville. Los alemanes no permitieron que nadie lo recuperara. Una vez que aparecieron los soldados de la 90ª División de Infantería, pudieron recuperar su cuerpo.
Hay un monumento erigido en Gueutteville que da cuenta de los actos valientes del capellán. En 1948, los restos del P. Maternowski fueron devueltos a los Estados Unidos y enterrados en la sección del cementerio de los Frailes Franciscanos en South Hadley, Massachusetts. Su lápida lleva las palabras: “No hay mayor amor”.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente por el National Catholic Register el 6 de junio de 2019.
Dona a ACI Prensa
Si decides ayudarnos, ten la certeza que te lo agradeceremos de corazón.
Donar