En la mañana de este 6 de junio, el Papa Francisco recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a las Hermanas de San Félix de Cantalicio y a las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, la orden a la que pertenecía el colegio donde estudió en Buenos Aires (Argentina).
En su discurso dirigido a estas religiosas que celebran su Capítulo General, el Santo Padre recordó los inicios de ambas órdenes religiosas, fundadas en el siglo XIX.
Por un lado, señaló que Sofía Camilla Truszkowska fundó en Varsovia (Polonia), las Hermanas de San Félix de Cantalicio cuya misión era estar “al servicio de los niños, los discapacitados y los jóvenes en peligro”.
De estos comienzos, el Pontífice destacó el episodio en que, ante la escalada del conflicto armado, “ella y las hermanas decidieron atender a todos los heridos, pertenecieran al bando que pertenecieran. Por ello fueron acusadas de traición y la labor fue suprimida por las autoridades civiles”.
Por ello, el Papa Francisco animó a las religiosas a “no tener miedo de perder la seguridad de las estructuras y de las instituciones, para permanecer fieles a la caridad”.
En este sentido, remarcó que “las estructuras no son la sustancia: son sólo un medio. La sustancia es el amor a Dios y al prójimo, ejercido con generosidad y libertad”.