Vistiendo mandiles blancos sobre sus trajes sacerdotales, los camilianos van recorriendo los hospitales de Colombia para llevar a pacientes y familiares el consuelo de Cristo, ante la realidad de la enfermedad que muchas veces interpela sobre el sentido del sufrimiento.
“San Camilo decía: ‘Ser Cristo para el enfermo y ver a Cristo en el enfermo’”, afirma el P. Diego Cerón, superior de la Delegación Colombia-Ecuador de la Orden de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, la congregación que en 1582 fundó San Camilo de Lelis, patrono de los enfermos y de los trabajadores de la salud.
El sacerdote, natural del Huila, explica a ACI Prensa que esta labor la realizan los 24 miembros de la Orden que hay en Colombia — 18 presbíteros, 3 diáconos y 2 hermanos —, todos nacidos en el país. Además, cuentan con 9 jóvenes en formación, uno de ellos actualmente en Perú.
En su día a día, los religiosos conversan y dan acompañamiento a trabajadores y pacientes, y no es inusual que en los pasillos los familiares se acerquen para pedirles que acudan a la habitación de su enfermo —niño o adulto— y recen por él, lo consuelen, lo bendigan o le den algún sacramento.
En el caso de los niños, el P. Diego Cerón relata que incluso ha habido casos en los que han administrado el Bautismo de emergencia, es decir, cuando el menor está en peligro de muerte.