Un nuevo informe de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) muestra que en todo el país, desde mediados de 2022 hasta mediados de 2023, salieron a la luz algo más de 1.300 denuncias de abuso clerical, mientras que los indemnizaciones a las víctimas alcanzaron los 284 millones de dólares, decenas de millones más que el año anterior.
Las 1.300 denuncias es una cifra inferior a las 2.704 presentadas el año anterior, según el informe, mientras que en 2019 se presentaron unas 4.434 demandas.
De esas acusaciones, las diócesis y eparquías consideraron 229 como creíbles; el 71% de esas denuncias se referían a incidentes que ocurrieron o comenzaron en las décadas de 1960, 1970 y 1980. El número total de nuevas denuncias de víctimas que eran menores en el año estudiado se mantuvo similar al del año anterior, con 17.
“Estas cifras no son sólo números. Las estadísticas son las muchas historias y relatos de la traición de la confianza y el viaje de toda la vida hacia la recuperación”, escribió Mons. Timothy Broglio, Arzobispo Militar de Estados Unidos y presidente de la USCCB, en la introducción del informe.
“Estoy muy agradecido a las víctimas sobrevivientes por reportar el abuso que sufrieron, por responsabilizarnos a todos y por permitirnos acompañarlos en su camino”, señaló.
El informe de 2024, publicado el 27 de mayo, fue producido en colaboración con una firma contable por el Consejo Nacional de Revisión para la Protección de Niños y Jóvenes, un cuerpo asesor laico de los obispos establecido en 2002 para la protección de niños y jóvenes.