El Papa Francisco explica a los niños del mundo qué es la Santísima Trinidad

El Hijo, continuó el Papa Francisco, es Jesús, “y también cuando comulgamos recibimos a Jesús y Jesús nos perdona todos los pecados”.

“¿Es verdad esto, que Jesús perdona todo? [Los niños responden: ‘Sí’]. No se oye, ¿Qué sucede? ¿Es verdad? ¡Sí! ¿Pero siempre perdona todo? [Los niños responden: ‘Sí’]. ¿Siempre, siempre, siempre? [Los niños responden: ‘Sí’]”.

El Pontífice precisó además que Jesús no sólo perdona “al más feo de los pecadores”, sino que además “Jesús perdona todo, siempre perdona”, pero es necesario entonces que cada uno tenga “la humildad de pedir perdón”.

¿Quién es Dios Espíritu Santo?

Sobre el Espíritu Santo, el Papa Francisco explicó que “es Dios, está dentro de nosotros. Nosotros recibimos el Espíritu Santo en el Bautismo, lo recibimos en los sacramentos”.

“El Espíritu Santo es el que nos acompaña en la vida. Pensemos esto y digámoslo juntos: ‘el Espíritu Santo nos acompaña en la vida’”, agregó.

“Es Aquel que nos habla en el corazón y nos sugiere las cosas buenas que debemos hacer”, resaltó; y es quien “nos da la fuerza, nos consuela en las dificultades”.

A modo de resumen, el Santo Padre subrayó que “el Padre nos creó, Jesús nos salvó, y el Espíritu Santo, ¿Qué es lo que hace?” (acompaña en la vida).

La Virgen María, Madre de Dios y de la Iglesia

El Papa Francisco recordó también que todos los cristianos “también tenemos una Madre, ¿Cómo se llama nuestra Madre? ¿Cómo se llama nuestra Madre del cielo? [Los niños responden: “María”]” y los invito a rezar un Ave María juntos.

El Papa Francisco y el Ángelus dominical

Antes de concluir la Misa, en la parte final de la misma, el Santo Padre rezó muy brevemente el tradicional Ángelus dominical, la oración mariana que suele presidir los domingos, para luego dirigir algunas palabras finales a los niños presentes.

“Queridos niños, queridas niñas, la Misa ha terminado; pero hoy hemos hablado de Dios, de Dios Padre que ha creado el mundo, de Dios Hijo que nos ha redimido; y de Dios Espíritu Santo” que “nos acompaña en la vida”.

El Papa animó luego a los niños a saludar a sus padres, a sus amigos y a sus abuelos; para quienes pidió un aplauso.