El sacerdote argentino Gabriel Romanelli, párroco de la única iglesia católica de Gaza, expresó a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) que “está decidido a brindar ayuda espiritual, moral y material” a todos los afectados por la guerra entre Israel y Hamás, sin importar su credo, al reencontrarse con su feligresía.
El P. Romanelli había quedado atrapado en Belén cuando estalló el conflicto —en octubre de 2023— lo que le impidió volver a la iglesia de la Sagrada Familia hasta el pasado 15 de mayo, cuando regresó acompañado del Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, después de 7 largos meses.
La guerra en Gaza, comenta ACN, ha “dejado un rastro de destrucción y pérdida, con innumerables vidas destrozadas”. Muchos miembros de la parroquia han tenido que huir y otros —que no corrieron la misma suerte— perdieron la vida: 36 personas de la comunidad cristiana fallecieron, 20 de ellas debido a los bombardeos.
El resto, añadió, perecieron por falta de medicamentos.
“Así que sí, es doloroso, pero al mismo tiempo, sabemos que están con Dios. Están presentes en el Cielo para interceder por la paz, la justicia y el perdón de los pecados, para todos nosotros y para los que están involucrados en la guerra”, manifestó el P. Romanelli.
Al ser consultado sobre su intención de quedarse en Gaza, a pesar de todos los desafíos y los peligros para su vida que ellos representa, el párroco da a ACN una respuesta enteramente basada en la fe y en su admirable celo apostólico: