Este 23 de mayo, el Papa Francisco instó a la abolición de la trata de personas, “una de las lacras más terribles de nuestro tiempo” que no respeta “ni mira a nadie a la cara, garantizando grandes beneficios a personas sin escrúpulos morales”.
El Santo Padre denunció esta práctica en su mensaje dirigido a los participantes de la Asamblea General “Talitha Kum”, la organización formada por supervivientes comprometidos activamente en la lucha contra la trata de personas.
Para el Papa Francisco, esta práctica es un mal “sistémico” y por ello aseguró que “podemos y debemos eliminarlo mediante un enfoque sistemático a varios niveles”.
Asimismo, precisó que “la trata se ve reforzada por las guerras y los conflictos, se beneficia de los efectos del cambio climático, de las desigualdades socioeconómicas, se aprovecha de la vulnerabilidad de las personas obligadas a emigrar y de la situación de desigualdad en la que se encuentran especialmente las mujeres y las niñas”.
También señaló que es “una actividad que no respeta ni mira a nadie a la cara, garantizando grandes beneficios a personas sin escrúpulos morales”.
“La trata evoluciona constantemente — explicó — y siempre encuentra nuevas formas de desarrollarse, como ocurrió durante la pandemia”.