Como final a una intensa jornada de viaje a Verona (Italia), el Papa Francisco ha presidido la Santa Misa de la Vigilia de Pentecostés en el estadio Bentegodi antes de emprender el camino de regreso al Vaticano.
A continuación reproducimos el texto completo de la homilía pronunciada que el Pontífice improvisó por completo:
Una vez el apóstol Pablo fue a una comunidad cristiana y preguntó si habían recibido el Espíritu Santo y ellos dijeron: ¿Qué cosa es el Espíritu Santo? No sabían qué cosa era el Espíritu Santo. Yo pienso que hoy, si yo pregunto en muchas comunidades cristianas qué es el Espíritu Santo, no sabrán cómo responder. Una vez, en una misa de niños, un día como este, el de Pentecostés, éramos al menos 200 niños, yo pregunté: ¿Quién es el Espíritu Santo? Los niños decían: Yo, yo, yo. Todos querían responder. Yo dije: Tú. Y me dijo: Es el paralítico, porque había escuchado paráclito y él dijo paralítico. Y muchas veces, si yo pregunto, no digo que será la respuesta “el paralítico”, pero no sabemos quién es el Espíritu Santo.
Hermanos y hermanas, el Espíritu Santo es el protagonista de nuestra vida. Es el que nos lleva adelante, el que nos ayuda a ir adelante, que nos ayuda a desarrollar nuestra vida cristiana. El Espíritu Santo está dentro de nosotros. Estén atentos. Todos habíamos recibido por el Bautismo el Espíritu Santo y también con la Confirmación, mucho más. Pero yo escucho al Espíritu Santo que está dentro de mí. Yo escucho al Espíritu Santo que mueve al corazón, esto no lo hagas, esto sí. ¿Para mí no existe el Espíritu Santo? Hoy celebramos la fiesta del día en la cual el Espíritu Santo vino.
Pero piensen, los apóstoles estaban todos ahí, encerrados en el cenáculo. Tenían miedo. Las puertas cerradas. Y vino el Espíritu Santo y les cambió el corazón y salieron a predicar con valentía. El Espíritu Santo nos da la valentía de vivir la vida cristiana. Y con esta valentía cambia nuestra vida. Muchas veces nosotros vamos con los mismos pecados: "Pero Padre, quisiera cambiar de vida, que no sé cómo hacerlo". Escucha al Espíritu Santo, reza al Espíritu y será Él quien te cambie la vida. Confía en el Espíritu Santo. "Padre, yo tengo 90 años, ya no puedo cambiar". ¿Cuántos días de vida te quedan? Con solo el Espíritu Santo te puede cambiar la vida, te puede cambiar el corazón. El Espíritu es antes que nada, es el que nos cambia la vida. ¿Han entendido esto? Repitamos juntos. El Espíritu nos cambia la vida, todos. El Espíritu nos cambia la vida. Y esto es hermoso.