El P. David O'Connor, un misionero de Irlanda radicado en el departamento de Puno, una región situada en el altiplano del sur del Perú, advirtió sobre el avance de grupos protestantes, pero también destacó el gran amor que los peruanos tienen a la Virgen María.
El presbítero, que pertenece a la Prelatura de Huancané, indicó recientemente a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) que el pueblo quechua a su cuidado “a menudo tiene un acercamiento más cercano a Nuestra Señora y a los santos que quizás nosotros”.
“Tengo la sensación de que tienen la simple idea de poder hablar con una persona real, en una interacción muy cercana y personal”, afirmó.
Sin embargo, el P. O’Connor conoce de primera mano los desafíos a los que se enfrenta la Prelatura: la falta de sacerdotes que ha llevado a que muchos católicos sean captados por grupos protestantes.
El sacerdote recordó una reveladora conversación con una feligresa, quien explicó su decisión de asistir a celebraciones de un grupo protestante: “Porque quiero escuchar la Palabra de Dios, pero usted no viene a vernos”, le dijo. Ante la pregunta de qué haría si hubiera más presencia católica en su pueblo, ella respondió con claridad: “Por supuesto, volvería a las celebraciones católicas. Quiero practicar mi fe, pero no es tan fácil donde yo vivo”.
El P. O’Connor también relató a ACN cómo la devoción a la Virgen de un anciano, de nombre Genaro, fue la razón que le impidió abandonar la Iglesia católica y unirse a uno de estos grupos.