31 iglesias quedan bajo el agua en la ciudad más afectada por las devastadoras inundaciones en Brasil

Según el sacerdote, “la gente está muy desanimada porque es la tercera inundación en nueve meses” y “mucha gente” ha dicho que abandonará la ciudad. “Incluso líderes de la parroquia”, añadió el sacerdote.

“Así que va a ser un trabajo largo y duro de reconstrucción. Estoy tratando de mantenerme en contacto con los feligreses por WhatsApp, por video y estoy tratando de mantenerme cerca con mensajes de perseverancia”, indicó el párroco.

Mientras el agua invadía la casa parroquial, el P. Glaser dijo que está refugiado en la parroquia de Nossa Senhora de Fátima, en Guaíba, una ciudad vecina. “Estoy en la casa parroquial con una familia de feligreses y hay alrededor de 140 personas refugiadas en el salón parroquial”, precisó.

“Aquí en la parroquia estoy diciendo Misa”, afirmó el sacerdote. “Así que cada vez que hay misa, se lo digo a la gente y los que están cerca vienen y participan”, resaltó.

Según el P. Fabiano, la parroquia está llevando a cabo una campaña para recaudar fondos para la reconstrucción: “SOS Parroquia Nossa Senhora Medianeira”. Las contribuciones pueden hacerse a través de la clave pix de la iglesia: 92.858.000/0201-70 (CNPJ).

Una parroquia rescata a 1.200 personas

La sede de la parroquia de la Inmaculada Concepción, que lleva 72 años en el barrio de Rio Branco, fue “la primera iglesia devastada por las lluvias” en el municipio de Canoas, según el vicario parroquial, el P. Rodrigo Barroso. “El agua traspasó los bancos y entró en la sacristía y en el despacho parroquial. Perdimos mucho en bienes materiales”, señaló el P. Rodrigo Barroso a ACI Digital.

Según el sacerdote, la parroquia “fue el punto de rescate de unas 1.200 personas que empezaron a llegar a la iglesia en busca de rescate” en barco.

El P. Rodrigo informó que “el Colegio de la Inmaculada, regentado por las Hermanas Franciscanas de la Penitencia y la Caridad Cristiana”, que está junto a la iglesia, “también resultó muy dañado”. Las religiosas tuvieron que cerrar la iglesia porque algunas personas estaban “saqueando los lugares y la iglesia quedó muy expuesta”, aseguró.

“Con la fuerza del agua, ni siquiera pudimos cerrar las puertas de la iglesia. Hoy he estado allí y hemos conseguido cerrar la parroquia”, agregó.

El vicario no sabe “cuánto tiempo” hará falta para “volver a la normalidad” en el barrio, por lo que se están celebrando Misas en la parroquia São Luiz Gonzaga, en el centro de Canoas. El P. Rodrigo indicó que la parroquia está recogiendo donaciones de los fieles a través de la clave pix de la parroquia: 92.858.000/0162-20 (CNPJ).

“Peor que un huracán”

La parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio Harmonia, en Canoas y sus 13 comunidades también quedaron “bajo el agua. Todo se perdió, nada se salvó”, afirmó a ACI Digital el párroco, Fray Juan Miguel Gutiérrez Mendéz.

“Todas las casas” del barrio “están bajo el agua” y esta “es una realidad muy triste, muy angustiante y muy desesperante”, añadió.

Natural de la República Dominicana, el fraile capuchino manifestó que la realidad de Harmonia es “como una película de terror”. Y agregó: “En mi vida, nunca había vivido una situación así, es la primera vez. En la República Dominicana, que es una tierra donde hay huracanes todos los años, nunca había vivido una situación como ésta”, remarcó el fraile. “Es un momento muy difícil el que estamos viviendo”, indicó.

Según Mendéz, las inundaciones en Harmonia comenzaron la noche del viernes 3 de mayo. “Fue desesperante”, continuó. Él y otro fraile consiguieron “salvar a más de 40 personas”. “Subimos al tercer piso de la parroquia, a la sala de catequesis, y pudimos permanecer allí hasta casi la noche del sábado, cuando fuimos rescatados por los bomberos”, relató.

Según Fray Gutiérrez, “la realidad de los fieles es muy triste”, porque “mucha gente está cayendo en depresión, con una tristeza enorme”.

Fe y liturgia

“La gente está preocupada por las cosas materiales que ha perdido, pero este momento es para animar a todos los miembros de la parroquia diciéndoles: lo hemos perdido todo, hemos perdido cosas materiales, pero tenemos que pedirle a Dios que aumente nuestra fe. Con una fe fuerte, fortificada, podemos creer que vendrán días mejores, que esperamos reconstruir, empezar de nuevo”, declaró el sacerdote.

La parroquia de São Pio X, en el barrio Mathias Velho de Canoas, también está gestionada por los hermanos menores capuchinos.  Según Fray Gutiérrez, los diez frailes que hay allí están en parroquias de Porto Alegre y “tres frailes siguen allí en Canoas como voluntarios” a causa de la inundación.

Dos frailes de Mathias Velho que están en el colegio La Salle de Porto Alegre están celebrando Misas y transmitiéndolas por Internet. En cuanto a los fieles que están “en los refugios”, el fraile informó que “se les está ayudando con comida, pero también en el área religiosa con Misas”.

Según el fraile, “de las 350.000 personas que viven en Canoas, creo que 150.000 fueron afectadas por las inundaciones. Son muchas personas, familias que están en albergues”.

Fray Juan Miguel Gutiérrez destacó algo importante para él: “la solidaridad de la gente”.  “Cuánta gente me ha llamado: Fraile, estamos rezando por ti allí en Canoas. Cuánta gente está contribuyendo económicamente para que la gente de los albergues pueda comer y estar bien. ¿Cuánta gente se está implicando?”, expresó.

Fray Gutiérrez también afirma que el 12 de mayo recibió noticias de un fraile “de la parroquia de Amaral” informándole de que los líderes de esta parroquia “están preparados para ir a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús” y a la “parroquia de São Pio X, en Mathias Velho”. 

“Estas personas van a ir allí cuando baje el agua para limpiar las capillas y después hacer una evaluación de lo que falta en cada capilla, para que después podamos hacer una campaña de recuperación de todas las comunidades”, afirmó.

La parroquia del Sagrado Corazón de Jesús también ha lanzado una campaña para recuperar la iglesia y sus cinco comunidades: “SOS Lluvias”. Las donaciones pueden hacerse a través de la clave de píxeles de la parroquia: 92.858.000/0118-56 o a través de la cuenta bancaria en el Banco Sicredi (748) - Agencia: 0116; Cuenta corriente: 88816-3.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI Digital.