Siguiendo el consejo del Pontífice, actualmente están trabajando en la redacción del testimonio de Jimena y esperan una respuesta del Arzobispo de Madrid, el Cardenal José Cobo Cano, con quien intentaron contactar hace unos meses.
Respecto a la reacción de los médicos, cuenta que el Santo Padre “insistió en que ese tipo de comentario médico, ellos lo admiten como válido en sus procesos de milagros y demás. Porque, según le decía él, es muy difícil que un médico llegue a pronunciar la palabra ‘milagro’ en todos sus conocimientos científicos”.
Jimena y la Virgen María
Jimena, quien durante este tiempo ha compartido su testimonio a grupos reducidos en Madrid, afirma que ahora tiene “muchísima devoción” a la Virgen de las Nieves, pero confiesa que siempre ha estado unida a la Virgen María: “la siento cerca todos los días”.
Asegura además que le tiene “un cariño especial, porque al final yo siempre en todo lo que me ha pasado, me he apoyado mucho en la Virgen, sobre todo porque me parecía más fácil agarrarme al Rosario”.
“La Virgen, al final, como es intercesora, me parecía más fácil esa relación que tiene de Madre con nosotros. La veo como la Madre que es y que va apareciéndose, no físicamente, pero tiene guiños o cosas en las que nos muestra a todos que ya está aquí”.
Su padre remarca que Jimena ha sabido entender que “ella no es la protagonista de todo esto, sino que tenía un regalo muy por encima de otras personas y que le corresponde ser generosa y darlo. Pero que la protagonista al final es la Virgen”.
“Desde el milagro del 5 de agosto del año pasado, nos piden que nos unamos a novenas por curación de personas y nosotros nos unimos a todas. Pero lo hacemos de manera anónima, porque yo creo que sería malo que la gente pensara que Jimena tiene un poder. Otra cosa es que Jimena tenga una fe extraordinaria y una vida interior muy grande, pero eso pertenece a su vida privada”, remarca su padre.
Subraya “que es un error pensar que, de repente, alguien tiene un poder porque ha recibido un regalo. Son dos cosas muy distintas y mezclarlas es un error. Creo que una de las cosas bonitas, que también es una gracia de la Virgen, es ser capaz de compartir en testimonios personales y presenciales su experiencia para que otra gente se acerque más al Señor. Y ya está. Y lo demás es pura superstición”.
El padre de la joven recuerda que existen muchos milagros en el Evangelio que tienen como receptores a personas de las que nunca se sabe su nombre. También, destaca que hoy en día existen muchos milagros y que “el de Jimena ha sido más notorio porque la Virgen lo ha querido”.
“Hay que dejarle a ella. Ella (la Virgen María), es la que nos lleva a todos los rincones. Es imposible que nos planteáramos con un gran presupuesto de divulgación llegar a donde ha llegado esta historia”, remarca.
“La Eucaristía es un milagro mucho más grande”
Para Jimena, “la Eucaristía, al final, es un milagro mucho más grande porque parece como que está escondido porque no tiene, yo que sé, rayos que caen del cielo ni nada, pero al final es Dios, que es el que ha permitido que yo haya recuperado la vista y que estemos todos aquí, el que baja del cielo para meterse eso en un trozo de pan y que lo recibamos nosotros”.
“Me parece que es el momento en el que más cerca estamos del cielo aquí en la tierra, porque al final estamos en unión con Dios. Entonces, intento ir siempre que puedo a Misa”.
Una “nueva normalidad”
Jimena expresa con una sonrisa que, antes de recuperar la vista, “tenía una lista de libros que me quería leer. La vuelta a la normalidad ha sido una nueva normalidad en la que he hecho muchas cosas”, asegura.
Además, cuenta que dentro de unos días peregrinará de nuevo a Roma con su grupo de amigas que estuvieron a su lado durante la JMJ.
Dona a ACI Prensa
Si decides ayudarnos, ten la certeza que te lo agradeceremos de corazón.
Donar