En la noche del 7 de mayo, el P. Emmanuel Ogwuche, director de la escuela secundaria Father Angus Frazer Memorial en la ciudad de Makurdi (Nigeria), salvó a sus alumnos cuando un grupo de extremistas armados atacó las instalaciones.
Al escuchar disparos provenientes del exterior, el P. Ogwuche inmediatamente apagó todas las luces del edificio, lo que impidió que los terroristas encontraran su camino hacia el interior de la escuela, donde los estudiantes dormían tranquilamente.
El P. Moses Iorapuu, director de comunicaciones de la Diócesis de Makurdi, confirmó a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) que, aunque los extremistas abrieron fuego contra el colegio, ningún estudiante resultó herido.
“Hubo disparos durante mucho tiempo […] Tuvimos suerte, el Señor fue misericordioso con nosotros, ningún alumno resultó herido”, señaló.
Un oficial del Cuerpo de Seguridad y Defensa Civil de Nigeria, encargado de la custodia del colegio del estado de Benue, se vio obligado a saltar una valla para alejarse de las balas. “Los atacantes lo persiguieron, pero logró escapar” con heridas no mortales, según informó el P. Moses.
Además, explicó que el colegio ha sido cerrado temporalmente y los alumnos evacuados, como “medida preventiva para garantizar la seguridad de los niños y evitar lo que podría haber sido un desastre inimaginable”.