Este viernes 10 de mayo falleció en Málaga el catequista itinerante Rafael Benítez, uno de los responsables del Camino Neocatecumenal en las Diócesis de Málaga y Guadix y la Archidiócesis de Granada, quien, junto a su esposa, Paloma Campos, tuvo 19 hijos.
Los miembros del equipo internacional del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, Ascensión Romero y el P. Mario Pezzi, afirman que “ha muerto como un santo”, según trasladan desde esta realidad eclesial a ACI Prensa.
Cuando se casaron, Rafael tenía 20 años y Paloma, 17. Pasaron algunas dificultades, llegaron a plantearse la separación e incluso llegaron a dormir fuera del domicilio conyugal en Castellón, donde residían.
En un testimonio de los muchos que ofrecieron a lo largo de la vida, Paloma, fijándose en el episodio evangélico de las Bodas de Caná, recordaba que “al poco tiempo de casados se nos terminó el vino, es decir, la fiesta”.
Pero la fe católica y la comunidad del Camino Neocatecumenal en la que habían ingresado poco antes, les dio la fortaleza para afrontar la vida con una mirada providente que, a juzgar por el número de hijos está muy por encima de la media.
“La Palabra de Dios nos fue recreando, experimentamos el poder querernos de verdad, aprendimos a perdonarnos porque vimos cómo Él nos perdonaba, y así nuestra vida cambió y conocimos la fiesta verdadera en nuestro corazón”, detallaba Paloma.