En la celebración de las Segundas Vísperas de la Solemnidad de la Ascensión del Señor, que ha tenido lugar en la tarde de este jueves 9 de mayo en la Basílica de San Pedro, donde además se publicó la bula del Jubileo 2025, el Papa Francisco afirmó que todos necesitamos esperanza “en un mundo marcado por el exceso de desesperación”.
En su homilía, el Papa Francisco explicó que la Ascensión del Señor no es un distanciamiento o una separación, “sino el cumplimiento de su misión: Jesús bajó a nosotros para hacernos subir hasta el Padre; se abajó para enaltecernos; descendió a las profundidades de la tierra para que el cielo se abriera de par en par sobre nosotros”.
Más tarde, se refirió a la virtud de la esperanza y afirmó que su fundamento es que “Cristo ascendido al cielo introduce en el corazón de Dios nuestra humanidad cargada de expectativas e interrogantes”.
De este modo, aseguró que la esperanza enraizada en Cristo muerto y resucitado, “es la que queremos celebrar, acoger y anunciar al mundo entero en el próximo Jubileo, que ya está a la vuelta de la esquina”.
Para el Papa Francisco, la virtud teologal a la que se dedica el Jubileo 2025 “sostiene el camino de nuestra vida, incluso cuando se vuelve tortuoso y difícil; abre ante nosotros horizontes de futuro cuando la resignación y el pesimismo quisieran tenernos prisioneros”.
“Sos hace ver el bien posible cuando el mal parece prevalecer; nos infunde serenidad cuando el corazón está agobiado por el fracaso y el pecado; nos hace soñar con una humanidad nueva y nos infunde valor para construir un mundo fraterno y pacífico, cuando parece que no vale la pena comprometerse”, continuó.