El hombre arrestado por el robo de una cruz pectoral legada por el difunto Papa Benedicto XVI a una parroquia de su Baviera natal, en Alemania, se enfrenta ahora a una condena en prisión.
Según CNA Deutsch —agencia de noticias en alemán del Grupo ACI—, el Tribunal de Distrito de Traunstein sentenció el lunes 6 de mayo a un ciudadano checo de 53 años a dos años y seis meses de prisión.
El perpetrador, a quien las autoridades describieron como un asaltante habitual con antecedentes penales en varios países europeos, dejó rastros en la escena del crimen que condujeron a su identificación y arresto.
Sin embargo, los medios locales informaron que la cruz aún está desaparecida y el veredicto aún podría ser apelado.
El tribunal escuchó del abogado del acusado que su cliente había robado la cruz pectoral porque sentía que valía la pena robarla y venderla debido a su apariencia: la cruz, que mide aproximadamente 15 centímetros de longitud, está hecha de plata chapada en oro y adornada con una piedra preciosa.
A pesar de que el juez interrumpió el juicio dos veces para darle al acusado y a su abogado tiempo para llamar a un socio a quien supuestamente le había entregado la cruz “para su custodia”, todos los intentos de contactar a esta persona fueron infructuosos, dejando aún desconocido el paradero de la cruz.