Del 1 al 4 de mayo, 90 consagrados se reunieron en Caracas (Venezuela), en el marco de la XXIII Asamblea Ordinaria de Superiores Mayores de la Conferencia Venezolana de Religiosos (CONVER). En su mensaje final, los religiosos reiteraron su compromiso con “renovar los signos de comunión, vida y misión en medio de la compleja realidad del país en que la Vida Consagrada sigue encarnada”.
La asamblea se realizó en la Casa Mons. Ibarra, perteneciente a la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). Allí, sus miembros profundizaron en la urgencia de ponerse en marcha para anunciar el Evangelio, una misión que renueva sus vidas y los caminos de su misión apostólica.
Según el comunicado, los superiores se sienten llamados a una “conversión personal”, que abarque también —y en consecuencia— a todas las congregaciones, órdenes e institutos de vida religiosa que hacen vida en Venezuela. Además, reconocieron que el Señor les llama a salir a las periferias, como ha recomendado el Papa Francisco en numerosas ocasiones, para atender a quien lo necesite.
El 1 de mayo, en su discurso de bienvenida, el P. Eddy Polo, agustino recoleto y presidente de la CONVER, afirmó que la posición que ocupan los superiores mayores que asistieron a la asamblea les obliga a siempre estar abiertos a la acción del Espíritu Santo.
“La vida consagrada es un llamado a vivir en comunión con Dios y con nuestros hermanos y hermanas, y en estos tiempos de cambio y desafíos, es esencial recordar que no estamos solos en este camino”, señaló el P. Polo.
“En tanto que centinelas de la esperanza, estamos llamados a mirar más allá de las circunstancias actuales, a percibir los signos de los tiempos y a actuar como heraldos de un futuro que está marcado por la justicia, la paz y la reconciliación”, añadió.