La Iglesia Católica y el representante del secretario general de la ONU en Colombia expresaron su desacuerdo con el anuncio del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de retomar los secuestros con fines económicos, una decisión que va contra los anhelos de paz de la sociedad colombiana.
Ayer lunes la Dirección Nacional del ELN informó que la guerrilla “da por terminado su oferta de suspensión unilateral de retenciones económicas”, término con el que se refiere al rapto de personas para obtener dinero.
Esta decisión fue lamentada por la delegación para la relaciones Iglesia-Estado, encabezada por Mons. Héctor Fabio Henao; y por Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general de las Naciones Unidas en Colombia, quienes acompañan los diálogos de paz entre el gobierno de Gustavo Petro y la guerrilla.
“Reiteramos que la privación de la libertad de personas no tiene justificación alguna y es un flagelo deplorable que atenta contra la dignidad humana y lastima la conciencia de toda la nación colombiana”, expresan ambas representaciones en un comunicado emitido este martes.
Por ello, hicieron “un llamado al ELN y a todos los grupos armados a que pongan fin a esta práctica que va en contravía del horizonte de paz que tanto anhela la sociedad colombiana”.