Como cada 6 de mayo, nuevos reclutas de la Guardia Suiza juraron lealtad al Papa Francisco y a sus sucesores en una solemne y tradicional ceremonia celebrada en el Patio de San Dámaso del Vaticano.
Esta especial jornada comenzó con una Misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano. Posteriormente, los 34 nuevos guardias suizos y sus familiares fueron recibidos en el Palacio Apostólico por el Santo Padre.
Allí el Papa Francisco les expresó su agradecimiento por el “servicio intenso”, y además les animó a ir a contracorriente y a evitar pasar mucho tiempo con el teléfono móvil.