Al conmemorarse este 1 de mayo la fiesta de San José Obrero y el Día del Trabajo, los obispos de México hacen un llamado a favor del “trabajo digno y bien remunerado”.
En un comunicado publicado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), con la firma de Mons. Joel Ocampo Gorostieta, Obispo de Ciudad Altamirano y responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral del Trabajo, se recuerda “la figura ejemplar de San José Obrero, patrono de los trabajadores, cuya labor humilde y fiel como carpintero en Nazaret nos recuerda la dignidad y el valor de todo trabajo honesto”.
Para los obispos mexicanos, “en estos tiempos desafiantes, coyunturales, nos encontramos ante la imperiosa necesidad de reflexionar sobre la importancia del trabajo digno y bien remunerado”.
“Recordemos las palabras del Papa Francisco, quien nos enseña que ‘no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo’”, añade el comunicado.
“El trabajo, cuando se realiza con integridad y amor, se convierte en un acto de servicio a Dios y a nuestros semejantes. Es a través del trabajo que construimos un mundo más justo y fraterno, donde cada persona tenga la oportunidad de desarrollar sus talentos y contribuir al bien común”.
Los obispos hacen un llamado a rezar “por todos aquellos que buscan un empleo digno, por aquellos que enfrentan condiciones laborales precarias y por aquellos que han perdido sus medios de sustento debido a las dificultades económicas actuales”.