En medio de la pobreza, la escasez de vocaciones y la violencia desatada por las bandas criminales, los católicos en Honduras luchan diariamente por vivir su fe con entrega radical. Así lo constató la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), gracias a la visita que Verónica Katz hizo al país centroamericano.
Katz se desempeña como responsable de proyectos de la fundación pontificia en Centroamérica. Durante su estadía en Honduras, afirmó palpar la gran desigualdad económica que reina en el país. No conforme con eso, los ciudadanos se ven sometidos a continuos cortes de luz, producto de una gravísima crisis energética.
Sin embargo, la mayor amenaza que enfrentan los Hondureños son las “maras”, violentos grupos criminales centroamericanos comúnmente relacionados con el narcotráfico.
“Honduras se usa como país de paso para el tráfico de drogas hacia EE.UU u otros países. Las maras en Honduras controlan prácticamente todo”, precisó Katz.
La delincuencia organizada cobra una “tasa de guerra” a los comercios familiares (un impuesto para poder trabajar), pero muchos se han visto en la obligación de cerrar ante la imposibilidad de pagar las elevadas tarifas.
Ante esta situación, la responsable de proyectos de ACN en Centroamérica mencionó que la Iglesia Católica lucha diariamente para desempeñar su labor pastoral. Los conflictos entre las maras, que luchan entre sí por el control de diversos territorios, afectan gravemente la realidad de los católicos.