Un grupo de familias se congregó el martes con Mons. Erik Pohlmeier, Obispo de San Agustín en el estado de Florida (Estados Unidos), para la inauguración y bendición del “Mausoleo de los Bebés Preciosos” que ha sido dedicado a aquellos padres que han perdido a sus hijos.
Después de seis años de trabajo el mausoleo de granito, de unas 19 toneladas, fue finalmente dedicado en el cementerio San Lorenzo de la ciudad de San Agustín. Como parte de la ceremonia cinco sacerdotes concelebraron una Misa, incluyendo a Mons. Pohlmeier. Al acto asistió la guardia de honor de los Caballeros de Colón.
El espacio ha sido diseñado para honrar a los bebés que fallecieron a una edad temprana debido a un aborto espontáneo, el síndrome de muerte súbita del lactante o muerte fetal.
Un camino de ladrillos marcado por una cruz de carbón conduce hacia este mausoleo blanco y brillante.
Los abortos espontáneos son eventos comunes y, según un estudio de 2018, las mujeres a menudo los sufren en silencio. Aproximadamente del 10% al 20% de los embarazos conocidos terminan en aborto espontáneo, generalmente debido a problemas de desarrollo, según la Clínica Mayo.
Asimismo, más de 20.000 bebés nacen muertos cada año en los Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y hay más de 3.000 casos reportados de muerte súbita e inesperada de lactantes en el país cada año.