Al finalizar la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco recordó que el próximo sábado se cumple el 10º aniversario de la canonización de San Juan Pablo II y pidió mantener vivo su legado en defensa de la vida.
El 27 de abril de 2014, Juan Pablo II y Juan XXIII fueron elevados a los altares en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Alrededor de quinientas mil personas se congregaron en la Plaza de San Pedro y las calles contiguas, y otras trescientas mil se sumaron a la ceremonia a través de pantallas gigantes colocadas en la ciudad de Roma.
Los peregrinos llenaron la plaza con banderas y pancartas y en la noche previa, cientos de miles participaron en las vigilias de oración que se celebraron en iglesias del centro de Roma en distintos idiomas.
Esta memorable ceremonia, presidida por el Papa Francisco, fue llamada la de “los cuatro Papas”, ya que también asistió el entonces Pontífice Emérito Benedicto XVI.
Este miércoles, durante sus saludo a los peregrinos de lengua polaca, el Santo Padre rememoró esta fecha y destacó que, contemplando la vida de San Juan Pablo II, “podemos ver lo que el hombre puede conseguir acogiendo y desarrollando en sí mismo los dones de Dios: la fe, la esperanza y la caridad”.