En Nigeria, 10 cristianos fueron asesinados —incluyendo una mujer embarazada y su hijo en gestación— el pasado Lunes de Pascua, 1 de abril, en tres comunidades de la parroquia Santo Tomás Apóstol de Bokkos, en el estado de Plateau, según informó la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés).
La información fue compartida con ACN por el P. Andrew Dewan, director de comunicaciones de la diócesis nigeriana de Pankshin, en donde tuvo lugar el ataque, presuntamente perpetrado por militantes Fulani [pastores seminómadas musulmanes].
“La semana pasada hubo ataques violentos (en tres comunidades de la parroquia]. Diez personas murieron y a una mujer embarazada le abrieron el vientre. El bebé no se salvó”, señaló el P. Dewan.
El sacerdote indicó además que estos ataques pudieron ser una venganza por la muerte de dos fulanis, que fueron supuestamente asesinados por personas de la localidad de Tangur. “Así que fueron a la caza de los asesinos, y a cambio mataron a 10 personas”, precisó.
Para el P. Dewan, esta situación es “un ciclo de violencia”, que mantiene a la población siempre en estado de alerta, en caso de que deban defenderse de algún ataque. Asimismo, manifestó que la respuesta del gobierno nigeriano ha sido inadecuada y que, en tiempos de crisis, no confían en las autoridades para protegerlas.
“Se refugian en iglesias, que no están acostumbradas a lidiar con tal avalancha de desplazados internos”, afirmó.