Este 15 de abril se conmemora a un santo poco conocido llamado San Abundio, quien al parecer vivió enclaustrado en el Vaticano y obró un sorprendente milagro gracias a la intervención del propio San Pedro Apóstol.
En el sitio web de investigaciones sobre los santos Santi e Beati se indica que San Abundio era un “mansionario” de la Basílica de San Pedro, un término que según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) se refiere a un eclesiástico que vive en un claustro. Vatican News, el sitio web de noticias del Vaticano, lo presenta como “clérigo vaticano”.
A San Abundio se le conoce gracias al Papa San Gregorio Magno (aprox. 540-604), quien lo presenta como alguien muy humilde y diligente en el servicio divino. No precisa en qué época vivió, pero de acuerdo con Vatican News murió en el 564.
En Santi e Beati se describe que San Gregorio contó que en la Basílica había una mujer paralítica que se arrastraba por el suelo con ayuda de sus brazos.
La pobre muchacha imploraba un milagro de San Pedro. Es así que el apóstol se le apareció en sueños, indicándole que fuera donde Abundio.
La paralítica retornó a la Basílica y cuando se encontró con el santo, le contó el mensaje místico. Es así que San Abundio la tomó de la mano y ella quedó curada por completo.