Este 12 de abril, la Diócesis de Catamarca (Argentina) celebra el 133° aniversario de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora del Valle, una de las advocaciones que despierta mayor devoción en el país. Sin ir más lejos, el último diciembre, más de 200.000 peregrinos acudieron a su santuario para las fiestas patronales.
En ese marco, la diócesis compartió el relato, reconstruido por historiadores, de aquel día de 1891 en que la Iglesia local vivió con gran júbilo el suceso de la Coronación.
En aquel momento, aún no existía la Diócesis de Catamarca (fue creada en 1910), por lo que su territorio dependía de la Diócesis de Salta, que cubría una gran extensión. En Catamarca, su representante era el P. José Facundo Segura, que se desempeñaba como vicario.
En diciembre de 1887, el vicario convocó a los principales vecinos de la ciudad para organizar la renovación del juramento del pueblo, que había elegido a la Virgen del Valle como su patrona para 1888, y proponer el pedido ante la Santa Sede de la Coronación Pontificia de la Madre del Valle.
La coronación pontificia es una práctica que se realiza a imágenes de la Santísima Virgen María, a las que por razones especiales se les ofrece gran veneración. Es un modo de reconocer que la bienaventurada Virgen María fue elevada en cuerpo y alma a la Gloria celestial y que con toda razón se la debe tener e invocar como a Reina, ya que es Madre de Cristo, Rey del Universo.
Con el aval de los fieles se gestionó entonces un pedido, elaborado por una comisión y firmado por el entonces Vicario Capitular de Salta, Mons. Pablo Padilla y Bárcena.