El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Mons. Tadeusz Wojda, hizo un llamado a todas las personas de buena voluntad para defender la vida de los niños no nacidos y sus madres frente a la “cultura de la exclusión”.
“Pido encarecidamente a todas las personas de buena voluntad que se ocupen de las vidas de los niños no nacidos y de sus madres, y que se opongan a la cultura de exclusión que priva a las personas más indefensas y débiles de su derecho básico: el derecho a la vida”, señaló en un comunicado difundido el 11 de abril.
El mensaje del también Arzobispo de Gdańsk se lanzó el mismo día de la aprobación de una resolución que pide incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales (CDF) de la Unión Europea, y tres días después de la publicación de Dignitas infinita, un documento elaborado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) que recuerda la “dignidad intrínseca del ser humano desde la concepción hasta la muerte natural”.
Mons. Wojda recordó que el Magisterio de la Iglesia “siempre ha protegido la vida humana desde la concepción”, principalmente porque los “niños no nacidos son las personas más indefensas e inocentes de todas”.
Asimismo, advirtió que el aborto “representa una amenaza para las mujeres y sus seres queridos, así como para toda la sociedad”. “Provoca graves amenazas a la salud de la mujer, lo que provoca un gran sufrimiento a largo plazo para las madres, tanto en el aspecto físico, mental como espiritual”, explicó.
En la actualidad, la Constitución polaca brinda a toda persona protección legal de la vida (artículo 38) y también protege la maternidad, la paternidad y la familia (artículo 18). “Este es un derecho fundamental que nadie debería violar”, expresó el arzobispo.