El Pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este jueves una resolución que pide incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales (CDF) de la Unión Europea. Sin embargo, su objetivo final está lejos de ser una realidad.
La CDF fue aprobada por el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea en diciembre de 2000. Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en diciembre de 2009, la CDF se convirtió en vinculante y alcanzó la misma validez jurídica que los tratados de la UE.
La resolución, que fue debatida en el Parlamento Europeo el pasado 14 de marzo, ha sido aprobado por 336 votos a favor, 163 en contra y 39 abstenciones, según informa el Parlamento Europeo, y reclama que se modifique el artículo 3 de la CDF tanto en su título como en su enunciado.
Así, se insta a que pase de tratarse en exclusiva del “Derecho a la integridad de la persona” para añadir “y a la autonomía corporal”, de tal manera que su redacción final predique que: “Toda persona tiene derecho a la autonomía corporal, al acceso libre, informado, pleno y universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y a todos los servicios de salud relacionados sin discriminación, incluido el acceso al aborto seguro y legal”.
El pasado martes, los obispos de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) expresaron su rechazo a esta declaración, subrayando que el aborto “va en dirección opuesta a la promoción real de las mujeres y sus derechos”.
No ha sido este el único intento de impulsar la inclusión del aborto como derecho fundamental en la Unión Europea desde su Parlamento. En julio de 2022, fue aprobada otra resolución que pedía incluir en el artículo 7 de la CDF, dedicado al respeto a la vida privada y familiar, la siguiente referencia: “Toda persona tiene derecho a un aborto seguro y legal".